Normalmente, en una transacción de pornografía, los estudios y las distribuidoras porno piden dinero por adelantado. Lo que te ofrezco hoy es un ejemplo tan futurista del sexo interactivo por ordenador, que incluso ha cambiado esta práctica. La gente dona dinero a Taifun Riders, los creadores de Space Paws, aunque no se lo pidan. Debe ser un juego hentai bastante sólido para llamar tanto la atención, así que me decidí a probarlo.

Apoyando el arte de los videojuegos sexuales furry

No lo conocía demasiado. Alguien me envió el enlace a la página de patrocinadores de Taifun Riders. Aparecieron varias chicas furry (no humanas) pechugonas sonriéndome desde la parte superior de la pantalla. Debajo había un par de enlaces para descargar el juego, Space Paws. Me gustan todos los juegos donde hay tetas, así que pensé: "¡Qué demonios!".

Seguramente nada más ver la palabra patrocinador has pensado que tienes que soltar pasta. Pero no exactamente. Puedes descargar Space Paws desde el blog, pero solo los patrocinadores tienen la versión más reciente del juego. En el momento de escribir este análisis tienen más de 2000 patrocinadores que generan más de 10 000 $ al mes.

Es como la televisión pública, solo que en este caso, a cambio de apoyar el arte consigues una cara de perro y un lujoso abrigo de piel aterciopelado adherido al precioso cuerpo desnudo de una mujer. Taifun Riders tienen varios niveles de pago, que parten de un dólar al mes, pero tendrás que pagar dos para conseguir las actualizaciones más recientes. El nivel más alto, que cuesta 150 $, te da el privilegio de pedir tu propia escena, siempre que encaje en el juego.

¿Que qué hice yo? Soy un tacaño de cojones. Fui al blog y elegí la descarga EXE. Unos cuantos minutos y 233 megabytes más tarde, ya estaba listo para jugar. Cualquier temor a encontrarme un juego softcore para zorras de culo flácido desapareció en cuanto vi el logo de Wet Pussy Games parpadeando en la pantalla. Es una especie de chica con una cabeza metálica gigante, dos enormes tetas al aire y orejas de animal.

Te despiertas en un supositorio gigante

El juego se abre con una pantalla negra y una narración confusa. Ya lo habrás visto un millón de veces. ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Cómo he llegado a este supositorio gigante?

Así es como empieza, y la verdad es que es un giro sorprendente si lo comparas con el comienzo amnésico estándar. Resulta que hay una chica en otro supositorio. Se despierta y te pide que elijas un nombre, y después te explica un poco lo que ha pasado.

Básicamente, el aire de tu planeta es una mierda y han enviado a varios científicos al espacio. Tienes que encontrar planetas aptos para la vida humana y la repoblación. A lo Adán y Eva en versión más retorcida, están mandando parejas reproductoras de humanos a la galaxia, un hombre y una mujer. Los horrores de la endogamia no se exponen en la presentación.

En el primer planeta que elegí había personas gato viviendo en lo que parecía ser el antiguo Egipto. El arte gráfico es decente. Si ya has visitado Patreon o el blog, sabes a qué me refiero. Hay música ambiente acorde con el escenario y los personajes.

Mi personaje, Dickmaster, está un poco asustado en ese mundo de humanos gato. Al final le ve el lado positivo: el planeta está lleno de coñitos. ¡Qué importante es tomarse las cosas con humor! Doy las gracias a la impresionante diosa felina Bast por no estar delante de uno de esos juegos hentai en los que todo es excesivamente serio, pese a que puedes follar con animales.

Hablando con gatos gigantes todo el día

Para entrar en la ciudad, donde con suerte podré follarme a alguna chica gato, tengo que negociar con un par de guardias que hay afuera. La conversación empieza pinchando en cualquiera de los guardias gato escuálidos, o en el musculoso. Durante la conversación tienes diferentes opciones de diálogo.

Al principio me pareció interesante. El problema es que al parecer solo había una vía correcta durante la conversación para entrar en la ciudad. Tuve que seguir intentándolo hasta que conseguí todas las respuestas correctas. Cuando se irritaron lo bastante por nuestro pequeño juego del gato y el ratón, empezaron a pelearse y logré pasar la puerta.

En la ciudad, vi unos cuantos humanos gato más por ahí. Una mamá gata pensaba que era un dios y no uno de esos horribles especímenes deformados y sin pelo de su especie. No me ofreció su coño. Un tío gato que estaba tocando la flauta tampoco tenía nada que ofrecer. Solo quedaba un tipo viejo.

Pinché en el anciano gato cansado de vivir, que estaba sentado entre lo que parecía un puñado de botellas de alcohol vacías. Te entiendo, colega. Yo también estoy cansado y borracho, y cachondo. Por favor, indícame dónde está el burdel más cercano.

Nada. Qué pena. Space Paws me informa de que no tengo suficiente energía para hablar con el tipo. La estúpida "conversación" con los guardias me ha dejado tan liquidado que ni siquiera puedo saludar a los vagabundos locales. Derrotado, vuelvo a mi nave espacial furioso y con las pelotas moradas.

A lo mejor follo en el espacio

Fui a mi habitación y pinché en mi cama para dormir. Mi nivel de energía pasó de 0 a 100. Para asegurarme de que estaría a tope, dormí otro día entero.

Me desperté decidido a volver a probar suerte en el planeta felino, pero entonces oí un ruido como de lluvia en la nave. El ruido procedía de la habitación de Alison, así que, naturalmente, Dickmaster irrumpió en ella. Parece que Dickmaster es un puto idiota que suele olvidarse de cómo suena la ducha en los confines de su nave espacial. Aunque tiene su utilidad.

Dickmaster se reprende a sí mismo por espiar a Alison a través de la rendija de la puerta, pero no vuelve a su habitación. En su lugar dice cosas como: "¡Oh, sí, nena! ¡Quítate la toalla!". Alison deja caer la toalla y puedes verla desde distintos ángulos. Parece triste, pero es que aún no ha tenido la oportunidad de divertirse con una polla.

Tras el disfrutar un rato con el anime, me dirijo a la biblioteca de la nave para estudiar un poco. Sube el conocimiento y baja la energía. Vuelvo a dormir y después vuelvo a hablar con el abuelo gato borracho.

Dime dónde está la orgía felina

Está claro que va colocado. Empezó a hablar vagamente sobre que yo era un dios, pero cuando dejó de hablar apareció otra chica gata en pantalla. Era pelirroja y tenía un cuerpazo.

La nueva extraña, Nebet, tenía diferentes opciones al pinchar en ella. Podía hablar con ella como había hecho con los otros gatos, pero aparecieron otros iconos: un corazón, una mano con una esfera dentro, un signo de interrogación y dos manos agarradas. Cada uno de ellos requería una cantidad de energía diferente.

A la mierda, pensé. Me decidí por las manos agarrándose, que era lo más caro con 80 puntos de energía. Pues resulta que es una sacerdotisa local y cree que soy un dios que le ayudará a recuperar el agua.

Pero no podía follármela. Tuve que volver a mi nave, entrenar, hablar con ella, hablar con otro tío, y luego intentar volver a camelarme a Nebet. Y por fin me llevó al templo.

Nebet ni siquiera se quitó la ropa inmediatamente. Creo que es un privilegio de las sumas sacerdotisas. Todas las demás mujeres gato empezaron a participar en la orgía de inmediato.

La escena de Nebet montando a Dickmaster está ligeramente animada. Se frota contra su polla dura hasta que hago clic en Penetrar y se la mete. Puedo hacerlo más fuerte o más suave, tomándome mi tiempo si me apetece. Cuando estoy listo y Dickmaster también, le doy a Terminar. Hay explosiones.

Me gustó no tener que jugar horas y horas en Space Paws para conseguir la primera escena de sexo. También agradezco que no me haya decepcionado con imágenes fijas o algo peor. Los gráficos son cristalinos en todo momento.

Taifun Riders no necesita pedir dinero de antemano porque Space Paws es sinceramente uno de los mejores juegos hentai que existen. No solo tiene un arte gráfico excelente y buenas escenas sexuales, sino que además no tienes que sudar tinta y jugar durante aburridas horas para lograr tu objetivo. Me sentí realizado cuando me follé a la mujer gato, así que seguro que a ti te pasa lo mismo.